Feromona Prays citri
Es una feromona de tipo sexual que sirve para realizar el seguimiento de los vuelos de los adultos de Prays citri. Atrae a los machos y tiene una duración de varias semanas en función de las condiciones ambientales.
Se trata de un dispensador de tipo séptum (Bromobutilo) que contienen la feromona para realizar el seguimiento de Prays citri, polilla del limonero o de los cítricos. Afecta a los cítricos.
¿Para qué sirve?
Es una feromona de tipo sexual que sirve para realizar el seguimiento de los vuelos de los adultos de Prays citri. Atrae a los machos y tiene una duración de varias semanas en función de las condiciones ambientales.
El seguimiento de la población de adultos nos ayuda a identificar si es necesario realizar un tratamiento fitosanitario y el momento óptimo para ello, por lo que debemos colocar las trampas en los puntos más representativos del nivel poblacional.
También podemos usar la feromona acompañada de un Polillero Funnel Árbol para efectuar la captura masiva. Existen experiencias satisfactorias.
Cómo aplicarlo
La feromona puede usarse con una Trampa Delta o un Polillero Funnel Árbol. Semanalmente, realizaremos los conteos eliminando los insectos capturados. En trampas Delta, substituiremos la base engomada cuando pierda su capacidad adhesiva. En los Polilleros Funnel deberemos incluir agua con jabón o aceite para evitar que los individuos capturados escapen.
Reemplazaremos el difusor/dispensador cada 4-6 semanas (máx. 45 días) sea cual sea la trampa elegida.
Cuándo aplicarlo
Instalar las trampas una semana antes de inicios de floración.
Cuántas colocar
Para realizar el seguimiento de la plaga, si la parcela es inferior a 1 hectárea, usaremos 2-5 trampas/ha. En parcelas más grandes colocaremos 1 trampa/ha.
Preferentemente, colocaremos una trampa en el centro del cultivo y otra en los límites para conocer si la plaga está migrando desde otro punto o si ha pasado el invierno en el cultivo.
Para captura masiva colocaremos de 10-30 Polilleros Funnel por hectárea.
Cuándo retirarlo
Retirar las trampas pasadas unas semanas (4-6) después del cuajo. Aunque en variedades o especies de floración más escalonada, es importante conservar la trampa hasta pasada la última floración, ya que en estos casos es cuando se producen los ataques más intensos.
