Rhagoletis cesari

El adulto es un díptero de la familia Tephritidae

Es una de las principales plagas en el cerezo de Europa. De forma anecdótica, tambiémn podemos encontrar daños en el albaricoque.

Cómo identificarlo

  • Adulto. Alcanza de 3-5 mm de longitud. Es de color negro brillante con la cabeza parda. Con el tórax amarillo en su parte final (escutelo). Las alas son transparentes, ahumadas, y poseen manchas negras, en forma de V las del extremo de cada ala.
  • Huevos. Los huevos son blanquecinos y pequeños; 0,7 x 0,2 mm, tiene forma de huso.
  • Larva. Es blanca y ápoda. Confusión con otras larvas de mosca como la Ceratitis o Drosophylla. Después de tres etapas llega a medir de 4 a 6 mm.
  • Crisálida. Es cilíndrica, con un tamaño de 4 mm, formada por la exuvia del último estado larval.
Mosca de la cereza o Rhagoletis cesari

Biología

La mosca de la cereza realiza una única generación al año. Los adultos van emergiendo desde mediados a finales de abril hasta julio, siendo fácilmente visibles en las zonas más soleadas del árbol. Se nutren de las secreciones azucaradas que produce el mismo cerezo y la de los áfidos. 

Seguidamente, después de 10 a 15 días del apareamiento, con una temperatura mínima adecuada, las hembras ponen entre 50 y 80 huevos sobre las cerezas, un solo huevo por cada cereza, que introduce bajo la epidermis.

Tras la reproducción, la hembra pica la cereza y la larva se alimenta de la pulpa, excavando galerías y llegando hasta el hueso.

Después de entre 6 y 12 días eclosionan los huevos y las larvas se alimentan de la cereza, a los 25 días, tras completar su desarrollo, emergen del fruto y se dejan caer al suelo donde van a pupar a unos pocos centímetros de profundidad hasta la próxima primavera. 

Un porcentaje de la población puede continuar en el suelo en estado de pupa por varios años (diapausa).

Daños

 El inicio de vuelo se produce cuando la temperatura del suelo es superior a los 10 °C y la puesta de huevos se inicia con temperaturas por encima de 16 °C, es decir, la ovoposición se estimula por la iluminación solar. Por contra, las bajas temperaturas y las lluvias reducen ostensiblemente la actividad de los adultos.

Ciclo de vida de la mosca de la cereza

¿Cómo monitorearla?

El monitoreo es imprescindible y se puede emplear la placa cromática (cód. PCAMF) o (cód. PCAMR) para poder conocer su comportamiento. Hace falta recalcar el error de no monitorizar las variedades tempranas. En caso, de no usar trampas se seguirán las recomendaciones de las estaciones de avisos fitosanitarios.

El seguimiento a pie de campo es muy difícil, ya que inicialmente la plaga pasa desapercibida, porque ni la picada ni los huevos no se ven a simple vista.

Por ese motivo, las trampas de placa cromática hay que colocarlas antes del inicio de vuelo (finales de marzo) en la zona o parcela y hasta junio y usar 2 trampas por hectárea.

¿Cómo combatirla?

¿Cómo combatirla?

No existen insectos que nos realicen cierto control, además el uso de insecticidas para su control generalmente no lo permite.

El hongo entomopatógeno Beauveria bassiana consigue buenos resultados, se puede utilizar dentro del marco de agricultura ecológica.

Se deben de utilizar materias activas registradas en el registro del ministerio (magrama).

Momento de intervención.

El umbral de tratamiento es el detectar su presencia en alguna de las trampas y luego realizar tratamientos periódicos semanales como mínimo hasta la recolección.

Tipos de tratamientos.

Hay dos tipos de tratamiento.

  • Tratamiento total: Si en la parcela ya se han observado daños en campañas anteriores o si en los huertos colindantes no se trata bien, se recomienda que el primer tratamiento sea generalizado a todo árbol. Después se pueden realizar parcheos, o combinarse ambos sistemas.
  • Tratamiento de parcheo: como máximo cada 7 días. Durante los periodos lluviosos las capturas no se anulan, por lo que no hay que dejar de tratar por miedo a que se lave el cebo. Si este no se renueva, la mosca se verá más atraída por la fruta que por el cebo “viejo”. Cuando se aproxime la recolección de una variedad, 7 días antes cesarán los tratamientos a la copa del árbol, manteniendo los del tronco y otras zonas improductivas, volviéndolos a tratar después de su cosecha. Este aspecto es fundamental para no dejar zonas desprotegidas dentro de la parcela que puedan servir de refugio a la plaga. El cebo se aplicará:
  • Sobre la copa del árbol, ramas de la vegetación orientadas a “saliente” y “poniente” preferentemente y el tronco del cerezo.
  • Los puntos de cebo no se alejarán más de unos 8 m de distancia.
  • También se cebarán otras zonas improductivas de la parcela (paredes de bancales, cerezos recolectados, árboles improductivos, otros frutales próximos…)
  • Se reforzarán las lindes con fincas abandonadas o donde se descuidan los tratamientos contra esta plaga (cerezos, paredes…).
  • El caldo recomendado para los tratamientos cebos es de 6 mochilas/hectárea (1 mochila≈1.500 m2).

Es fundamental para el control de la mosca, unas medidas profilácticas y estrategias de cultivo adecuado. Entre ellas:

  • Es muy importante eliminar restos de fruta del campo una vez recolectada, para bajar nivel poblacional.
  • Utilizar trampas para el seguimiento de la plaga y determinar el momento de tratamiento. Controlar los árboles frutales diseminados, con trampas o tratamientos.
  • Si hemos tenido un ataque fuerte, se recomienda labrar el terreno en verano para destruir las pupas al exponerlas a la superficie.
  • Recolectar cuanto antes y emplear variedades tempranas en zonas donde la plaga sea demasiado problemática. Las variedades que cambien de color cuando los niveles de plaga son máximos, resultan fatales.

No existen insectos que nos realicen cierto control, además el uso de insecticidas para su control generalmente no lo permite.

El hongo entomopatógeno Beauveria bassiana consigue buenos resultados, se puede utilizar dentro del marco de agricultura ecológica.

Se deben de utilizar materias activas registradas en el registro del ministerio (magrama).

Momento de intervención.

El umbral de tratamiento es el detectar su presencia en alguna de las trampas y luego realizar tratamientos periódicos semanales como mínimo hasta la recolección.

Tipos de tratamientos.

Hay dos tipos de tratamiento.

  • Tratamiento total: Si en la parcela ya se han observado daños en campañas anteriores o si en los huertos colindantes no se trata bien, se recomienda que el primer tratamiento sea generalizado a todo árbol. Después se pueden realizar parcheos, o combinarse ambos sistemas.
  • Tratamiento de parcheo: como máximo cada 7 días. Durante los periodos lluviosos las capturas no se anulan, por lo que no hay que dejar de tratar por miedo a que se lave el cebo. Si este no se renueva, la mosca se verá más atraída por la fruta que por el cebo “viejo”. Cuando se aproxime la recolección de una variedad, 7 días antes cesarán los tratamientos a la copa del árbol, manteniendo los del tronco y otras zonas improductivas, volviéndolos a tratar después de su cosecha. Este aspecto es fundamental para no dejar zonas desprotegidas dentro de la parcela que puedan servir de refugio a la plaga. El cebo se aplicará:
  • Sobre la copa del árbol, ramas de la vegetación orientadas a “saliente” y “poniente” preferentemente y el tronco del cerezo.
  • Los puntos de cebo no se alejarán más de unos 8 m de distancia.
  • También se cebarán otras zonas improductivas de la parcela (paredes de bancales, cerezos recolectados, árboles improductivos, otros frutales próximos…)
  • Se reforzarán las lindes con fincas abandonadas o donde se descuidan los tratamientos contra esta plaga (cerezos, paredes…).
  • El caldo recomendado para los tratamientos cebos es de 6 mochilas/hectárea (1 mochila≈1.500 m2).

Es fundamental para el control de la mosca, unas medidas profilácticas y estrategias de cultivo adecuado. Entre ellas:

  • Es muy importante eliminar restos de fruta del campo una vez recolectada, para bajar nivel poblacional.
  • Utilizar trampas para el seguimiento de la plaga y determinar el momento de tratamiento. Controlar los árboles frutales diseminados, con trampas o tratamientos.
  • Si hemos tenido un ataque fuerte, se recomienda labrar el terreno en verano para destruir las pupas al exponerlas a la superficie.
  • Recolectar cuanto antes y emplear variedades tempranas en zonas donde la plaga sea demasiado problemática. Las variedades que cambien de color cuando los niveles de plaga son máximos, resultan fatales.