Bactrocera oleae
La mosca del olivo es un díptero de la familia Tephritidae.
Es una de las principales plagas en el cultivo del olivo que afecta a muchas de sus áreas de cultivo ocasionando daños directos e indirectos afectando a la calidad del fruto.
Existe una susceptibilidad varietal, aunque no es un factor determinante, el tamaño de la aceituna suele ir ligada a esta.
Cómo identificarlo
- Adulto. Es fácil de identificar, siendo de color marrón pardo con una placa blanquecina característica en la parte superior del tórax y otras dos en los laterales, justo en la base de las alas. Las alas son transparentes con una mancha negra en el extremo, característica de esta especie. Su tamaño es de unos 5 mm. La hembra presenta el oviscapto en el extremo del abdomen, característica que permite identificar el sexo de los insectos adultos.
- Huevo. Tiene una longitud de entre 0,7 y 1,2 mm, es alargado, ligeramente aplanado en la base y con un pequeño tubérculo de color blanquecino importante para la respiración del embrión.
- Larva. Es la típica de díptero; sin patas, blanca y con la cabeza muy pequeña, difícil de distinguir de otras larvas de mosca, puede llegar a medir hasta 8 mm.
- Crisálida. Tiene forma elíptica y una longitud de 3,5 a 4,5 mm y un color variable del blanco crema al amarillo rojizo.
Biología
Esta especie se desarrolla cómodamente entre los 20 y 30 °C, con ambiente húmedo. Por este motivo, encontramos más problemas en las zonas litorales, donde las temperaturas son más suaves y las humedades más altas.
Generalmente, pasa el invierno en forma de pupa enterrada a pocos centímetros de la superficie del suelo, aunque en zonas de clima templado también puede pasarlo en estado adulto en sitios resguardados. En primavera, cuando las temperaturas son superiores a 7 °C, aparecen los primeros adultos que se alimentan de sustancias nitrogenadas y azucaradas. Aproximadamente, a partir de junio, en función de las variedades de olivo y la climatología, y tres días después del acoplamiento, empieza la puesta en las aceitunas.
Mediante el oviscapto, la hembra deposita un solo huevo en cada aceituna, debajo de la epidermis.
Las temperaturas continuadas por encima de 32 °C durante varias horas al día provocan una mortalidad superior al 80% de huevos y larvas de primer estadio de desarrollo. Pasados unos días (2-3 en verano y 8-10 en otoño-invierno) eclosionan los huevos y nacen las larvas, las cuales tienen tres estadios de desarrollo y se alimentan de la aceituna generando una galería en su interior.
La larva de último estadio rompe la epidermis y posteriormente se transforma en pupa en el interior del fruto. La duración de ese periodo depende de las condiciones climáticas y una vez completado emerge un adulto que repetirá el mismo ciclo a excepción de la última generación, dónde la larva abandona el fruto para pupar en el suelo, dónde pasará el invierno. Podemos encontrar de 2 a 3 generaciones anuales.
Daños
Produce daños únicamente en el fruto. Los daños que ocasiona pueden ser:
- Daños directos por disminución de la producción, debido a la pérdida de peso y caída prematura del fruto debido a su maduración precoz. Normalmente asociado a picaduras tempranas (entre junio y agosto).
- Daños indirectos por la pérdida de calidad de los aceites producidos. En las galerías hechas por las larvas de la mosca se instalan diferentes hongos y bacterias, que producen podredumbres, alterando el índice de acidez y la calidad organoléptica de los aceites; normalmente asociadas a picaduras más tardías (septiembre-octubre).
En el caso de la aceituna de mesa, el fruto queda descartado para su comercialización debido a la marca que deja la hembra al poner el huevo y la destrucción de la pulpa por parte de la larva.
¿Cómo monitorearla?
En las parcelas donde exista un sistema de captura masiva, preferiblemente Conetrap Bactrocera (cód. BOPACK), estas mismas trampas pueden servir para hacer el monitoreo.
En parcelas dónde no se utilice el sistema de captura masiva se realizará el monitoreo con placa cromática (cód. PCAMF) o (cód. PCAMR) y feromona para Bactrocera de larga duración (cód. BOFM120). El recuento debe ser semanal, menos en los momentos más críticos, dónde es interesante ir de dos a tres veces por semana.
En caso de no usar trampas de monitoreo se deberán seguir las recomendaciones de las estaciones de avisos fitosanitarios.
Una vez las olivas ya sean susceptibles de ser picadas se deben comprobar los daños en nuestro cultivo, tomando muestras y calculando el % de frutos afectados.
Se seguirá la plaga a partir de junio-julio y hasta la recolección.
Usar de 1 a 2 trampas por hectárea, en fincas muy grandes con una trampa será suficiente. Se colocarán orientadas al sur y en una rama más bien horizontal para que quede más visible y colgando perpendicularmente.
¿Cómo combatirla?
La mayoría de los enemigos naturales de la mosca del olivo que se encuentran en el campo son parasitoides. Esta fauna auxiliar puede ayudar a ejercer un “cierto control” sobre el crecimiento poblacional, aunque aparece cuándo las poblaciones de mosca son muy elevadas, con lo que no es suficiente para reducir daños. Entre los parasitoides más importantes se encuentran Pnigalio mediterraneus, Psittalia concolor, Eurytoma martellii, Cyrtoptyx latipes y Eupelmus urozonus…
La captura masiva tiene una actuación menos drástica que los insecticidas en el momento de su colocación, pero su efecto es continuo: las trampas, a lo largo de toda la vida útil del atrayente, van capturando ininterrumpidamente los adultos emergidos de la zona a controlar o procedentes de zonas limítrofes. Por lo tanto, como la captura masiva reduce la población de manera continua, es una garantía para evitar daños por fuertes subidas de población no previstas.
Los principales factores que se deben tener en cuenta a la hora de aplicar la técnica de la captura masiva son los siguientes:
- La trampa. Debe estar diseñada para atrapar el máximo número de adultos posible, facilitando la entrada de los mismos en su interior y dificultando su salida. Disponemos de diseños de trampas para atrayentes líquidos (Maxitrap UV XL) y sólidos (Conetrap).
- El atrayente. Para una buena eficacia de la técnica deben utilizarse atrayentes alimenticios, que capturan mayoritariamente las hembras responsables de los daños en el fruto. PROBODELT dispone tanto de atrayentes líquidos (Bactrotrap líquido 16%) como sólidos (Atrayente Conetrap Bactrocera). La eficacia es buena en los dos casos, pero el líquido necesita reposición aproximadamente cada mes, mientras que el sólido dura toda la campaña, con lo que se reducen costes y trabajo a la vez que se asegura una eficacia continuada del sistema. Los atrayentes sólidos requieren que en el interior de la trampa se localice una pequeña cantidad de insecticida para producir la muerte de los adultos capturados. Una trampa adecuada limita los riesgos de resistencia de la mosca a los insecticidas utilizados puesto, que evita que escapen individuos con dosis sub-letales del mismo.
- Fecha de colocación de las trampas. Para obtener un resultado óptimo con la captura masiva en la mosca del olivo, deben colocarse las trampas en el campo entre mayo y junio y mantenerse activas como mínimo hasta después de la recolección, aunque lo recomendable es solaparla con la colocación de la trampa de la próxima campaña. De este modo se consigue una reducción de la población durante todo el año. Para ello, el producto más adecuado es Conetrap Bactrocera, ya permite su colocación en el campo en el momento óptimo, mantiene su máxima eficacia hasta la recolección y un efecto “residual” muy importante que permite que después de un año entero en el campo siga capturando un 50% respecto al momento de colocación.
Se utilizarán materias activas registradas en el registro del Ministerio (magrama).
Momento de intervención.
Se debe tratar solo si:
- Los daños en fruto superan el umbral de tratamiento (> 5%), es decir, a partir de 5 frutos picados de cada 100 realizar un tratamiento fitosanitario estaría justificado desde el punto de vista de la Gestión Integrada de Plagas (GIP).
- Según los datos de monitoreo, tenemos poblaciones altas dentro del contexto de nuestra propia curva de vuelo. Podemos utilizar dos estrategias según si el insecticida a utilizar solo tiene efecto sobre la población de adultos o si también afecta a los estadios larvarios. En el primer caso, se deberá tratar en el pico del vuelo, mientras que en el segundo caso esperaremos a que empiece a bajar la curva de vuelo.
- No se realiza monitoreo de la plaga y se siguen los avisos fitosanitarios de las estaciones territoriales de los diferentes organismos competentes.
Tipos de tratamientos.
Teniendo en cuenta que el insecto empieza a causar daños a partir del endurecimiento del hueso, se puede actuar de dos formas:
- Tratamiento de parcheo contra formas adultas, tratando un metro cuadrado de la cara sur de cada árbol mediante una mezcla de un atrayente y un insecticida autorizado. Los tratamientos de parcheo se deben aplicar cuando la población de adultos es elevada y no hay picaduras recientes.
- Tratamiento total, para eliminar adultos o larvas y adultos, pulverizando toda la plantación con un insecticida autorizado. Dichos tratamientos en ocasiones son imprescindibles, pero conviene recordar que al realizarlos se está eliminando fauna útil que controla esta y otras plagas, por lo que no es extraño que aumenten con el tiempo, sobre todo cuando cesen las aplicaciones, las poblaciones de cochinilla, por ejemplo.
Valorar la posibilidad de realizar una recolección temprana de la aceituna para aceite para así reducir el porcentaje de frutos afectados. De esta manera se puede conseguir un aceite de más calidad porque habrá menos frutos afectados, aunque también el rendimiento será menor.
Durante los meses más fríos, realizar labores superficiales debajo de los árboles para dejar expuestas al frío y los depredadores, las pupas de B. oleae que se encuentren enterradas hibernando.
La mayoría de los enemigos naturales de la mosca del olivo que se encuentran en el campo son parasitoides. Esta fauna auxiliar puede ayudar a ejercer un “cierto control” sobre el crecimiento poblacional, aunque aparece cuándo las poblaciones de mosca son muy elevadas, con lo que no es suficiente para reducir daños. Entre los parasitoides más importantes se encuentran Pnigalio mediterraneus, Psittalia concolor, Eurytoma martellii, Cyrtoptyx latipes y Eupelmus urozonus…
La captura masiva tiene una actuación menos drástica que los insecticidas en el momento de su colocación, pero su efecto es continuo: las trampas, a lo largo de toda la vida útil del atrayente, van capturando ininterrumpidamente los adultos emergidos de la zona a controlar o procedentes de zonas limítrofes. Por lo tanto, como la captura masiva reduce la población de manera continua, es una garantía para evitar daños por fuertes subidas de población no previstas.
Los principales factores que se deben tener en cuenta a la hora de aplicar la técnica de la captura masiva son los siguientes:
- La trampa. Debe estar diseñada para atrapar el máximo número de adultos posible, facilitando la entrada de los mismos en su interior y dificultando su salida. Disponemos de diseños de trampas para atrayentes líquidos (Maxitrap UV XL) y sólidos (Conetrap).
- El atrayente. Para una buena eficacia de la técnica deben utilizarse atrayentes alimenticios, que capturan mayoritariamente las hembras responsables de los daños en el fruto. PROBODELT dispone tanto de atrayentes líquidos (Bactrotrap líquido 16%) como sólidos (Atrayente Conetrap Bactrocera). La eficacia es buena en los dos casos, pero el líquido necesita reposición aproximadamente cada mes, mientras que el sólido dura toda la campaña, con lo que se reducen costes y trabajo a la vez que se asegura una eficacia continuada del sistema. Los atrayentes sólidos requieren que en el interior de la trampa se localice una pequeña cantidad de insecticida para producir la muerte de los adultos capturados. Una trampa adecuada limita los riesgos de resistencia de la mosca a los insecticidas utilizados puesto, que evita que escapen individuos con dosis sub-letales del mismo.
- Fecha de colocación de las trampas. Para obtener un resultado óptimo con la captura masiva en la mosca del olivo, deben colocarse las trampas en el campo entre mayo y junio y mantenerse activas como mínimo hasta después de la recolección, aunque lo recomendable es solaparla con la colocación de la trampa de la próxima campaña. De este modo se consigue una reducción de la población durante todo el año. Para ello, el producto más adecuado es Conetrap Bactrocera, ya permite su colocación en el campo en el momento óptimo, mantiene su máxima eficacia hasta la recolección y un efecto “residual” muy importante que permite que después de un año entero en el campo siga capturando un 50% respecto al momento de colocación.
Se utilizarán materias activas registradas en el registro del Ministerio (magrama).
Momento de intervención.
Se debe tratar solo si:
- Los daños en fruto superan el umbral de tratamiento (> 5%), es decir, a partir de 5 frutos picados de cada 100 realizar un tratamiento fitosanitario estaría justificado desde el punto de vista de la Gestión Integrada de Plagas (GIP).
- Según los datos de monitoreo, tenemos poblaciones altas dentro del contexto de nuestra propia curva de vuelo. Podemos utilizar dos estrategias según si el insecticida a utilizar solo tiene efecto sobre la población de adultos o si también afecta a los estadios larvarios. En el primer caso, se deberá tratar en el pico del vuelo, mientras que en el segundo caso esperaremos a que empiece a bajar la curva de vuelo.
- No se realiza monitoreo de la plaga y se siguen los avisos fitosanitarios de las estaciones territoriales de los diferentes organismos competentes.
Tipos de tratamientos.
Teniendo en cuenta que el insecto empieza a causar daños a partir del endurecimiento del hueso, se puede actuar de dos formas:
- Tratamiento de parcheo contra formas adultas, tratando un metro cuadrado de la cara sur de cada árbol mediante una mezcla de un atrayente y un insecticida autorizado. Los tratamientos de parcheo se deben aplicar cuando la población de adultos es elevada y no hay picaduras recientes.
- Tratamiento total, para eliminar adultos o larvas y adultos, pulverizando toda la plantación con un insecticida autorizado. Dichos tratamientos en ocasiones son imprescindibles, pero conviene recordar que al realizarlos se está eliminando fauna útil que controla esta y otras plagas, por lo que no es extraño que aumenten con el tiempo, sobre todo cuando cesen las aplicaciones, las poblaciones de cochinilla, por ejemplo.
Valorar la posibilidad de realizar una recolección temprana de la aceituna para aceite para así reducir el porcentaje de frutos afectados. De esta manera se puede conseguir un aceite de más calidad porque habrá menos frutos afectados, aunque también el rendimiento será menor.
Durante los meses más fríos, realizar labores superficiales debajo de los árboles para dejar expuestas al frío y los depredadores, las pupas de B. oleae que se encuentren enterradas hibernando.