Prays oleae

Es un lepidóptero de la familia Yponomeutidae.

Es una de las principales plagas del cultivo del olivo, sincronizada a la perfección con su ciclo biológico. Parece existir una susceptibilidad varietal.

Cómo identificarlo

  • Adulto. Mide de 13 a 15 mm de envergadura alar y 6 mm de longitud. Es de color gris, con un tono plateado en el par anterior de alas, y presentan unas manchitas negras en el centro, más o menos diferenciadas, y un fleco de pelo en el borde externo; las alas posteriores son de color gris claro uniforme y también tienen un borde con fleco.
  • Huevo. Es lenticular, aplastado, de 0.5 mm de diámetro y color blanquecino, transformandose a amarillo al ir a eclosionar.
  • Larva. Se desarrolla desde 0,7 mm hasta 8 mm. La coloración es avellana y presenta dos bandas longitudinales verdosas en el dorso y otras 2 laterales más claras o amarillentas. La cabeza es de color pardo armado con potentes mandíbulas y el cuerpo está cubierto de finos pelos de desigual longitud.
  • Crisálida. Sin característica morfológica específica, mide de 5 a 6 mm de longitud, la realiza protegida por sedas y restos orgánicos tanto en la parte aérea como en el suelo, según la generación de que se trate.
Prays del olivo o Prays oleae

Biología

Es una polilla que tiene 3 generaciones anuales encadenadas según los distintos órganos del olivo: las hojas, las flores y los frutos.

  • Generación filófaga: Daña las hojas. (Octubre a abril) Las larvas proceden de la puesta en las hojas del otoño anterior, generalmente en el haz y próxima al nervio central. Las larvas recién nacidas penetran en el interior de la hoja y excavan una galería entre las 2 epidermis, donde permanecen todo el invierno como minadoras. De enero a marzo aumenta su actividad acorde con las condiciones meteorológicas, salen al exterior y se introducen en otra hoja para alimentarse, incluso en 3 o 4 más. Estas galerías son de forma irregular, sinuosas y en zigzag. En el último estadio larvario (5) sale al exterior y roe el parénquima de cualquier cara de la hoja, respetando la otra cara. Coincidiendo con la brotación, estas pueden atacar a las hojas apicales y a las yemas. Terminado su desarrollo, la larva pupa, preferentemente, en el envés de las hojas. Esta generación es la más reducida, sobre todo si los inviernos han sido fríos.
  • Generación antófaga: Daña a las flores. (abril a junio) Los adultos suelen emerger en abril o inicios mayo y su vida oscila entre 20 y 40 días, alimentándose de las sustancias azucaradas que encuentra en la planta. La hembra realiza la puesta en los grupos florales, con marcada preferencia por la corola. Las larvas nacen a los 6-7 días, penetran en el botón floral y se alimentan del polen. A medida que avanza la floración y el polen alcanza su madurez, las larvas se alimentan de otros órganos de la flor (corola, ovarios, anteras) produciendo su desecación y muerte. Pueden observarse larvas colgando de hilos sedosos que utilizan para trasladarse de unas ramas a otras. El último estadio larvario se presenta a finales de mayo y durante parte del mes de junio. Pupa en los racimos florales donde ha vivido y se protege con restos de flores secas unidos por sedas.
  • Generación carpófaga: Daña los frutos. (junio a octubre) Las polillas de la generación anterior realizan la puesta en la aceituna recién cuajada (junio), preferentemente en los restos del cáliz, en las proximidades de la inserción con el pedúnculo. Cuando nacen las larvas, a los 5-6 días, penetran en la aceituna y abre galerías hacia el pedúnculo para introducirse en el hueso por su extremidad todavía no endurecida, viviendo a expensas de la semilla. Las olivas atacadas caen al suelo en gran cantidad porque la larva abandona su refugio, a mediados de septiembre, por la inserción del pedúnculo para pupar en el suelo. Si la larva sale del fruto antes de caer, pupa entre 2 hojas, en el tronco o en el suelo; finalmente el fruto cae.

Las condiciones meteorológicas afectan al desarrollo de la plaga:

  • Si el ambiente tiene humedad relativa inferior al 60%, los huevos se secan en unas horas.
  • Si la temperatura es inferior a 12 °C, el insecto reduce su actividad hasta límites muy bajos.
  • Si la temperatura es elevada y coincide con un descenso brusco de la humedad, algunos estados del insecto modifican sus hábitos; por ejemplo, las larvas carpófagas que no pueden penetrar en el fruto cuando T > 30 °C y la HR < 20%.
  • El frío del invierno, y sobre todo el calor del verano, causan una mortalidad muy variable (en torno a una media del 40%), destruyendo huevos y larvas pequeñas.

Daños

Las 3 generaciones pueden causar daños, aunque es muy diferente la repercusión económica en cada una de ellas. Es durante los años con menos cosecha y menor floración, cuando se hacen más patentes sobre los daños ocasionados por este lepidóptero.

  • La generación filófaga solo afecta de forma importante en viveros u olivos en formación, en los cuales puede retrasar su desarrollo.
  • Los daños que causa la generación antófaga son difíciles de valorar. Puede haber merma de producción en caso de una floración baja, coincidiendo con alta población de Prays. Aunque lo más preocupante es que si no reducimos esta generación, incrementará los daños de la siguiente en el caso de no tratar o que el tratamiento no sea muy efectivo.
  • La generación carpófaga es la más dañina al provocar la caída de frutos. La primera caída es más difícil de valorar porque el árbol la compensa aumentando el tamaño de la aceituna. Esta caída de aceitunas impide el desarrollo de las larvas que se encuentran en su interior, causando de un 30 a un 80 % de mortalidad. La segunda caída en otoño es muy importante porque la aceituna está ya desarrollada y el árbol no tiene tiempo para compensar el calibre de las aceitunas restantes.
Ciclo de vida Prays oleae

¿Cómo monitorearla?

El seguimiento de los vuelos se puede realizar con trampas Delta (cód. TD) o polilleros tipo Funnel (cód. PFA) mediante las correspondientes feromonas de Prays oleae (cód. POFM).

En caso de no usar trampas se deben seguir las recomendaciones de las estaciones de avisos fitosanitarios. Para el seguimiento a pie de campo uno se seguirán la segunda y la tercera generación, a modo de ejemplo: 10 brotes por árbol en 20 olivos tomados al azar. En la generación antófaga se observarán 2 inflorescencias por brote y en la carpófaga 2 frutos
por brote.

Hacer el monitoreo y el seguimiento en el campo desde abril hasta junio.

Usar de 1 a 2 trampas por hectárea, en fincas muy grandes con una trampa será suficiente.

¿Cómo combatirla?

¿Cómo combatirla?

La incidencia de la fauna auxiliar no parece suficiente para evitar un posible tratamiento a pesar de los niveles significativos de depredación y parasitismo observados. De todas formas es importante respetar la fauna auxiliar para poder reducir las poblaciones. Algunos de estos enemigos naturales son:

  • Las larvas de Chrysoperla carnea, por la predación de huevos, y diferentes especies de himenópteros (Angitia armillata, Diadegma semiclausum, Ageniaspis fuscicollis, Chelonus rimatus…) por el parasitismo de larvas, resultan ser los más relevantes.
  • Empleo de formulados de Bacillus thuringiensis recomendado sobre todo contra la generación antófaga.

Utilizaremos materias activas registradas en el registro del Ministerio (magrama).

Momento de intervención.

Se debe de tratar solo si es necesario la generación antófaga y la generación carpófaga:

  • Generación antófaga: El umbral de tratamiento es muy difícil de establecer. Se recomiendan los tratamientos cuando haya poca flor y mucho prays.
  • Generación carpófaga: Se estima que por encima del 20% de aceitunas con prays en junio está justificado su tratamiento, aunque el umbral de tratamiento varía con la cosecha, población y sobre todo por la mortalidad del prays dentro de la aceituna en verano, por lo tanto, es solamente orientativo. El conteo de las capturas realizado periódicamente utilizando polilleros tipo Funnel con feromona sexual como atrayente, e insecticida, sirve de base para recomendar los tratamientos en la fecha más indicada. Este momento coincide con una bajada en el número de adultos capturados en las trampas.

 

Tipos de tratamientos.

Teniendo en cuenta el momento a tratar, existen:

  • Tratamientos de la generación antófaga: El tratamiento al inicio de floración con un 5 % de flor abierta. La aplicación de insecticidas contra esta generación tiene la ventaja de tener las larvas desprotegidas, pero es un período corto de tratamiento (una semana) y aunque no es la generación más nociva, nos ayudará a reducir la población de la siguiente.
  • Tratamientos de la generación carpófaga: Tratamiento al 50% de huevos eclosionados.

Quizás la medida más importante a tomar sea respetar la fauna auxiliar.

La incidencia de la fauna auxiliar no parece suficiente para evitar un posible tratamiento a pesar de los niveles significativos de depredación y parasitismo observados. De todas formas es importante respetar la fauna auxiliar para poder reducir las poblaciones. Algunos de estos enemigos naturales son:

  • Las larvas de Chrysoperla carnea, por la predación de huevos, y diferentes especies de himenópteros (Angitia armillata, Diadegma semiclausum, Ageniaspis fuscicollis, Chelonus rimatus…) por el parasitismo de larvas, resultan ser los más relevantes.
  • Empleo de formulados de Bacillus thuringiensis recomendado sobre todo contra la generación antófaga.

Utilizaremos materias activas registradas en el registro del Ministerio (magrama).

Momento de intervención.

Se debe de tratar solo si es necesario la generación antófaga y la generación carpófaga:

  • Generación antófaga: El umbral de tratamiento es muy difícil de establecer. Se recomiendan los tratamientos cuando haya poca flor y mucho prays.
  • Generación carpófaga: Se estima que por encima del 20% de aceitunas con prays en junio está justificado su tratamiento, aunque el umbral de tratamiento varía con la cosecha, población y sobre todo por la mortalidad del prays dentro de la aceituna en verano, por lo tanto, es solamente orientativo. El conteo de las capturas realizado periódicamente utilizando polilleros tipo Funnel con feromona sexual como atrayente, e insecticida, sirve de base para recomendar los tratamientos en la fecha más indicada. Este momento coincide con una bajada en el número de adultos capturados en las trampas.

Tipos de tratamientos.

Teniendo en cuenta el momento a tratar, existen:

  • Tratamientos de la generación antófaga: El tratamiento al inicio de floración con un 5 % de flor abierta. La aplicación de insecticidas contra esta generación tiene la ventaja de tener las larvas desprotegidas, pero es un período corto de tratamiento (una semana) y aunque no es la generación más nociva, nos ayudará a reducir la población de la siguiente.
  • Tratamientos de la generación carpófaga: Tratamiento al 50% de huevos eclosionados.

Quizás la medida más importante a tomar sea respetar la fauna auxiliar.