Ceratitis capitata
La mosca de la fruta es un díptero de la familia Tephritidae.
La mosca de la fruta es una especie tremendamente polífaga que afecta, principalmente, a melocotoneros, naranjos, higueras y caquis, aunque también a manzanos, granados, perales, uva de mesa, etc.
En el caso de los melocotones, las variedades más afectadas son las tardías (de finales de agosto). En cambio, en los cítricos son las variedades más tempranas (que maduran en septiembre) las que presentan más sensibilidad a sus ataques.
Cómo identificarlo
- Adulto. Es más pequeño que la mosca doméstica, con alas transparentes adornadas con unos dibujos muy vistosos. La hembra, con el abdomen acabado en forma cónica, tiene un largo oviscapto que utiliza para penetrar la piel del fruto y depositar los huevos en el interior.
- Huevos. Los huevos son alargados y lisos.
- Larva. Es ápoda y blanca. La cabeza se distingue por la presencia de dos pequeños puntos negros que son los ojos.
- Crisálida. Es marrón oscuro, de unos 5 mm de longitud.
Esta mosca, originaria de la costa occidental de África, se ha extendido por la mayoría de zonas cálidas del mundo. En Cataluña y en la comunidad Valenciana está presente a lo largo de todo el litoral y zonas frutícolas del interior. En el resto de la península se extiende por gran parte del territorio, especialmente en Murcia, Extremadura y Andalucía.
Biología
A finales de primavera se inicia la emergencia de los adultos. A los pocos días, la hembra puede iniciar la puesta. Depositan los huevos por debajo de la epidermis de los frutos; se da la
particularidad que los que ya están picados, no son visitados por otras hembras. El periodo de puesta es muy variable dependiendo de las condiciones, entre 30 y 60 días.
La larva completa su desarrollo en el interior del fruto en una semana, de donde saltará a tierra para crisalidar: en 10 días dará lugar a un adulto nuevo. El ciclo biológico se puede completar en 20 días. El número de generaciones anuales varía mucho en función de las condiciones climatológicas y de la disponibilidad de alimento, pudiendo completar hasta 8 generaciones.
La mosca de la fruta se desarrolla de forma óptima a un rango de temperatura comprendido entre 16 y 32 °C y una humedad relativa del 75-85%.
Daños
Los primeros daños que producen a la fruta son debidos a las picadas que efectúa la hembra para depositar los huevos. La picada produce, de entrada, una vía de infección de hongos que favorecen el deterioro del fruto.
El segundo síntoma lo producen las larvas que se alimentan de la carne del fruto y destruyen la pulpa por completo.
Estos daños pueden pasar desapercibidos durante la cosecha y la misma manipulación, lo que puede producir pérdidas durante la comercialización.
Para controlar esta plaga, se realizan frecuentes aplicaciones de insecticida a causa de la peligrosidad que representa la continua presencia de adultos en el campo debido al solapamiento de las generaciones. Este hecho implica un riesgo añadido, que es la aparición de residuos en los frutos, ya que la cosecha está muy próxima. El recurso que le queda al agricultor es usar productos de poca persistencia o utilizar técnicas alternativas de control como la captura masiva de adultos.
En este sentido, desde Probodelt llevamos más de 20 años desarrollando y aplicando a gran escala la técnica de la captura masiva para el control de Ceratitis. No hay duda de que se trata de una estrategia muy interesante, que permite un control efectivo de las poblaciones de mosca, consigue reducir significativamente el número de tratamientos insecticidas, y evita, en gran medida, los problemas de residuos en los frutos.

¿Cómo monitorearla?
Tanto en las parcelas donde ya tenemos instalado el sistema de captura masiva Conetrap Ceratitis (cod. CCPACK) como en las que no, se debe de realizar el monitoreo de los adultos mediante los mismos dispositivos Conetrap Ceratitis.
El recuento será semanal, menos en los momentos más críticos, dónde es interesante ir de dos a tres veces por semana.
Recomendamos colocar el sistema de captura masiva 4 meses antes de la fecha prevista de cosecha y siempre antes de que los frutos sean susceptibles al ataque de la mosca de la fruta, es decir, antes del cambio del color.
Para el seguimiento de la plaga se deben revisar de 1 a 2 trampas por hectárea y en fincas muy grandes con una trampa por hectárea será suficiente. Se colocarán orientadas al sur y en una rama más bien horizontal para que quede más visible y colgando perpendicularmente.
En caso de no utilizar trampas de monitoreo se deberán seguir las recomendaciones de las estaciones de avisos fitosanitarios.
¿Cómo combatirla?
¿Cómo combatirla?
Los parasitoides de Ceratitis capitata son: Opius fullawayi, O. humilis, O. incisi, O. krausi. Sin embargo, debido a la escasa eficacia y a las dificultades de la cría artificial, la lucha biológica no ha sido efectiva en las condiciones mediterráneas.
La captura masiva tiene una actuación menos drástica que los insecticidas en el momento de su colocación, pero su efecto es continuo: las trampas, a lo largo de toda la vida útil del atrayente, van capturando ininterrumpidamente los adultos emergidos de la propia zona a controlar o procedentes de zonas limítrofes. Por lo tanto, como la captura masiva reduce la población de manera continua, es una garantía para evitar daños por fuertes subidas de población no previstas.
Los principales factores que se deben tener en cuenta a la hora de aplicar la técnica de la captura masiva son los siguientes:
- La trampa. Debe estar diseñada para atrapar el máximo número de adultos posible, facilitando la entrada de los mismos en su interior y dificultando su salida.
- El atrayente. Para una buena eficacia de la técnica deben utilizarse atrayentes alimenticios, que capturan mayoritariamente las hembras responsables de los daños en el fruto. Disponemos del Atrayente Conetrap Ceratitits con unas excepcionales prestaciones tanto en capacidad de captura de hembras de Ceratitis como de persistencia. Los atrayentes sólidos requieren que en el interior de la trampa se localice una pequeña cantidad de insecticida para producir la muerte de los adultos capturados. Una trampa adecuada limita los riesgos de resistencia de la mosca a los insecticidas utilizados, puesto que evita que escapen individuos con dosis subletales.
- Fecha de colocación de las trampas. Esta fecha depende del ciclo concreto del cultivo (variedad, zona geográfica, condiciones meteorológicas de la temporada…). Para obtener un óptimo resultado de la captura masiva, se debe realizar la colocación cuanto antes mejor. Dado que la duración efectiva de Conetrap Ceratitis es de 6 meses, recomendamos realizar la colocación 4-5 meses antes de la fecha prevista de cosecha, pero como mínimo 15 días antes de que la fruta empiece a estar receptiva a la picada de la mosca.
- Dosis: 40- 80 trampa por hectárea para cultivos de cítricos, y 50-80 trampas por hectárea para cultivo de pepita, hueso y semilla.
Se utilizarán materias activas registradas en el registro del Ministerio (magrama).
Momento de intervención.
Se debe tratar solo si:
- Los daños en fruto superan el umbral de tratamiento (> 1%), es decir, a partir de 2 frutos picados de cada 100 realizar un tratamiento fitosanitario estaría justificado desde el punto de vista de la Gestión Integrada de Plagas (GIP).
- Según los datos de monitoreo, a partir de 1 mosca/mosquero/día; siempre que la fruta sea susceptible de ser picada.
- No se realiza monitoreo de la plaga y se siguen los avisos fitosanitarios de las estaciones territoriales de los diferentes organismos competentes. En este caso es imprescindible realizar tratamientos de parcheo cuando la fruta se acerque a su fase de susceptibilidad al ataque de la mosca de la fruta.
Tipos de tratamientos.
Se puede actuar de dos formas:
- Tratamiento de parcheo contra formas adultas, tratando un metro cuadrado de la cara sur de cada árbol mediante una mezcla de un atrayente y un insecticida autorizado. Los tratamientos de parcheo se aplican cuando el nivel de afección es bajo o no hay picaduras recientes.
- Tratamiento total, para eliminar larvas y adultos, pulverizando toda la plantación con un insecticida autorizado. Dichos tratamientos en ocasiones son imprescindibles, pero conviene recordar que al realizarlos se está eliminando fauna útil que ayuda a controlar esta y otras plagas.
- Tener en cuenta árboles huésped (higueras, nísperos, melocotoneros, chumberas, etc.) que pueda haber en el interior o las cercanías de la finca.
- Recoger y destruir la fruta afectada, principalmente la del suelo.
Los parasitoides de Ceratitis capitata son: Opius fullawayi, O. humilis, O. incisi, O. krausi. Sin embargo, debido a la escasa eficacia y a las dificultades de la cría artificial, la lucha biológica no ha sido efectiva en las condiciones mediterráneas.
La captura masiva tiene una actuación menos drástica que los insecticidas en el momento de su colocación, pero su efecto es continuo: las trampas, a lo largo de toda la vida útil del atrayente, van capturando ininterrumpidamente los adultos emergidos de la propia zona a controlar o procedentes de zonas limítrofes. Por lo tanto, como la captura masiva reduce la población de manera continua, es una garantía para evitar daños por fuertes subidas de población no previstas.
Los principales factores que se deben tener en cuenta a la hora de aplicar la técnica de la captura masiva son los siguientes:
- La trampa. Debe estar diseñada para atrapar el máximo número de adultos posible, facilitando la entrada de los mismos en su interior y dificultando su salida.
- El atrayente. Para una buena eficacia de la técnica deben utilizarse atrayentes alimenticios, que capturan mayoritariamente las hembras responsables de los daños en el fruto. Disponemos del Atrayente Conetrap Ceratitits con unas excepcionales prestaciones tanto en capacidad de captura de hembras de Ceratitis como de persistencia. Los atrayentes sólidos requieren que en el interior de la trampa se localice una pequeña cantidad de insecticida para producir la muerte de los adultos capturados. Una trampa adecuada limita los riesgos de resistencia de la mosca a los insecticidas utilizados, puesto que evita que escapen individuos con dosis subletales.
- Fecha de colocación de las trampas. Esta fecha depende del ciclo concreto del cultivo (variedad, zona geográfica, condiciones meteorológicas de la temporada…). Para obtener un óptimo resultado de la captura masiva, se debe realizar la colocación cuanto antes mejor. Dado que la duración efectiva de Conetrap Ceratitis es de 6 meses, recomendamos realizar la colocación 4-5 meses antes de la fecha prevista de cosecha, pero como mínimo 15 días antes de que la fruta empiece a estar receptiva a la picada de la mosca.
- Dosis: 40- 80 trampa por hectárea para cultivos de cítricos, y 50-80 trampas por hectárea para cultivo de pepita, hueso y semilla.
Se utilizarán materias activas registradas en el registro del Ministerio (magrama).
Momento de intervención.
Se debe tratar solo si:
- Los daños en fruto superan el umbral de tratamiento (> 1%), es decir, a partir de 2 frutos picados de cada 100 realizar un tratamiento fitosanitario estaría justificado desde el punto de vista de la Gestión Integrada de Plagas (GIP).
- Según los datos de monitoreo, a partir de 1 mosca/mosquero/día; siempre que la fruta sea susceptible de ser picada.
- No se realiza monitoreo de la plaga y se siguen los avisos fitosanitarios de las estaciones territoriales de los diferentes organismos competentes. En este caso es imprescindible realizar tratamientos de parcheo cuando la fruta se acerque a su fase de susceptibilidad al ataque de la mosca de la fruta.
Tipos de tratamientos.
Se puede actuar de dos formas:
- Tratamiento de parcheo contra formas adultas, tratando un metro cuadrado de la cara sur de cada árbol mediante una mezcla de un atrayente y un insecticida autorizado. Los tratamientos de parcheo se aplican cuando el nivel de afección es bajo o no hay picaduras recientes.
- Tratamiento total, para eliminar larvas y adultos, pulverizando toda la plantación con un insecticida autorizado. Dichos tratamientos en ocasiones son imprescindibles, pero conviene recordar que al realizarlos se está eliminando fauna útil que ayuda a controlar esta y otras plagas.
- Tener en cuenta árboles huésped (higueras, nísperos, melocotoneros, chumberas, etc.) que pueda haber en el interior o las cercanías de la finca.
- Recoger y destruir la fruta afectada, principalmente la del suelo.